La escarola es una verdura muy apropiada para los meses de invierno. Es una planta originaria de nuestro continente, de la misma familia que la endivia o la achicoria con las que comparte su amargor. Ese característico sabor se lo aporta la intibina, una sustancia que ayuda a secretar la bilis, mejora la digestión y la asimilación de nutrientes. Ya sea en ensaladas o cremas los beneficios de la escarola para nuestro organismo son muy variados.
10 beneficios de la escarola
- Comer esta verdura nos ayuda a perder peso. Además de ser muy baja en calorías, – 100 gramos de productos sólo aportan 35 calorías – es saciante y diurética.
- La intibina de la que hablábamos anteriormente la convierte en una verdura muy digestiva.
- Su consumo favorece la asimilación y digestión de las grasas.
- Nos ayuda a regular la glucosa y el colesterol que, a la larga, derivan en enfermedades como la diabetes o en problemas cardiovasculares.
- Incluir la escarola en nuestra dieta hará que eliminemos mejor el ácido úrico.
- También es un buen alimento para paliar el estreñimiento por su alto contenido en fibra.
- ¿Tienes resaca? La escarola refuerza la función depuradora del hígado por lo que es recomendable si el día anterior nos excedimos con el alcohol o en casos de hígado graso.
- La escarola también se encarga de nuestro cuerpo por fuera, ya que su contenido en antioxidantes como los betacarotenos o la vitamina C nos ayudan a cuidar nuestra piel.
- Nos ayuda a prevenir las anemias gracias a su contenido en ácido fólico.
- Su alto contenido en manganeso nos aporta energía y es beneficioso para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
No a todo el mundo le gusta el característicos sabor amargo de la escarola. Si es tu caso no te preocupes, puedes evitarlo aliñándola con más antelación que la habitual en una lechuga para que los sabores se mezclen. También preparándola en ensaladas con algún componente más dulce como granadas, manzanas o frutos secos. Por último, si todavía no lo has hecho, prueba a prepararla en cremas añadiéndole patatas, puerro, cebolla… como harías con una crema de calabacín.
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